Un día un gato adulto encontró a un gato pequeño. El gato adulto miraba como el gato pequeño corría en rondas intentando atrapar su propia cola. Luego de unos minutos, mareado de mirar a su compañero, el gato adulto le preguntó al gato pequeño qué es lo que hacia. El gato pequeño, haciendo una pequeña pausa, explicó:
"he descubierto que la felicidad se halla en mi cola, y por eso la persigo sin cesar".
"Qué casualidad" -dijo el gato adulto- "también yo descubrí que la felicidad se halla en mi cola, por eso voy haciendo tan solo lo que necesito hacer, y ella viene detrás de mi todo el tiempo..."
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