sábado, 30 de agosto de 2008

Donde quiera que estés

Donde quiera que estés,
te gustará saber;
Que por flaca que fuese la vereda,
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan y que jamás,
por más cansado que estuviese,
abandoné tu recuerdo a la orilla del camino.
Y por fría que fuese mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste.
Por tí, por tí brilló mi sol un día,
y cuando pienso en tí brilla de nuevo.
Sin que lo empañe la melancolía de los fugaces amores eternos.
Donde quiera que estés,
te gustará saber que te pude olvidar y no he querido.
Y por fria que fuese mi noche triste
no eché al fuego ni uno solo de los besos que me diste...
Donde quiera que estés...
Si te acuerdas de mí...
Joan Manuel Serrat

No hay comentarios: