jueves, 19 de febrero de 2009

TRANSFÓRMATE

Transformate



Para ser feliz, no importa lo que el mundo te ofrezca, si no lo que
tú puedas ofrecer, porque todo lo que se da regresa y, por ello, son preferibles las buenas obras.

Al final no te llevarás lo que has guardado; sólo se irá contigo lo
que has hecho a favor de los demás, es decir, lo que has dado. Nunca
te quejes, la vida no es fácil, camino sin piedras no es camino. No
te compares con nadie, mídete contigo mismo, es la única manera
segura de avanzar.

Ningún ser es infalible; acepta tus errores, los ajenos no
justifican los tuyos. Pide que te disculpen y corrígete, la humildad
es una virtud maravillosa, casi inalcanzable, pero no imposible.

Con los años aprendemos, que son los atajos los que alargan el
camino; que la ruta más rápida y segura es la que ya conoces: que
nada es gratis en la vida, que todo debes ganártelo o merecerlo, que
ser útil es mejor que ser importante.

Aprende a dominar tus iras, sé tolerante, cuántas veces lo serán
contigo. Jamás agredas, no olvides lo que dijo el Poeta: "el golpe
daña más al que lo dá, que al que lo recibe".

Estira la mano sólo para dar o ayudar. Quiere a tus parientes y
amigos con todos sus defectos o correrás el riesgo de quedarte solo.
Porque el ser perfecto no existe, y acostúmbrate a escuchar; los
consejos no se discuten, se agradecen.

Recuerda que la belleza es fugaz, que el poder es circunstancial, y
que la riqueza es ajena; que a fin de cuentas sólo es tuyo lo que
consumes; que por más dinero que tengas, no serás mejor, que no
sabrás más ni serás más bueno.

Ni siquiera podrás comer o dormir más que cualquier mendigo. En
todos los actos de tu vida trata de ser justo; piensa en los demás;
deja que tu corazón cumpla con su deber; su destino es querer, para
eso se hizo.

Aprende a valorar el amor que te dan: siendo poco, tal vez sea lo
máximo que merezcas o puedan ofrecerte. No todos tenemos la misma
capacidad de sentir y de dar. Dichoso tú si puedes hacer feliz a los
que te rodean.

Cada vez que sientas ternura por los tuyos, no te contengas: todos
tenemos una necesidad increíble de cariño. Sea cual fuere tu edad,
ten tus cosas en orden: la muerte puede llamarte en cualquier momento.

Enseña a tus hijos a vivir con amor. Si están alejados o resentidos,
¡perdónense! nunca es tarde y la vida es muy corta. Quiéranse mucho
ahora que pueden hacerlo, que están en esta vida y que es
físicamente posible. Recuerda que mañana: los puede apartar... la
muerte.

Estas reflexiones están cargadas de muchas lecciones. Ojalá que las
aprendan todos aquellos que toman y no dan; que no siembran y
quieren cosechar; que piden todo y nada conceden... Todo en esta
vida es de dos vías... aprender y aceptar esto es la esencia de la
vida misma... y el secreto de la felicidad.

DESCONOZCO EL AUTOR

No hay comentarios: