lunes, 13 de octubre de 2008

El texto pródigo

Este texto fue perdido entre mis mails el 10 de febrero de este año y hallado hoy:

Cuando tenemos alguna enfermedad vamos al médico para que nos cure. Ninguno de nosotros le diría al doctor que le duele un poco la cabeza cuando en realidad lo que le duele es una herida en la pierna; ni tampoco le diría que amaneció con un resfriado cuando realmente lo que tiene es apendicitis. No le vamos a mostrar las uñas para que nos pueda curar los ojos. ¡Sería totalmente insensato! Pues esto mismo nos ocurre cuando no somos capaces de reconocer las cosas que hacemos mal en nuestra vida, nos engañamos y comenzamos a decir que está bien lo que en realidad está mal. No se puede justificar todo lo que hacemos en nombre de la «libertad», así como tampoco se puede justificar hacer algo malo «mientras no le haga daño a nadie». No temamos reconocer que en nuestra vida muchas veces hacemos el mal y nos dejamos llevar más por el egoísmo que por la generosidad.

Desconozco el autor

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